Tras este paréntesis Navideño, nos volvemos a poner en marcha. De pequeña me encantaba la Navidad y no entendía porqué a mis padres no les gustaba. Me encantaba bajar a Madrid todo decorado con sus lucecitas navideñas. El día más esperado era cuando me cogía mi madre y me llevaba en autobús hasta el mismo centro abarrotado de gente. No cabía ni un alfiler... ella se agobiaba por la multitud y yo, no lo entendía. No entendía como el ambiente tan festivo para ella significaba un suplicio cuando para mí, era un fiesta. Veíamos Cortilandia, los autómatas que ponía cada año el Corte Ingles... los muñequitos se movían de forma precisa e iban cantando la tan esperada canción típica de Cortilandia. Cada año era de un tema diferente...
Cada año como un ritual, esperábamos el estreno de Disney, íbamos a un cine de la Gran Vía y disfrutábamos juntas de la película. La que queda todavía en mi retina como si fuera hoy, es El Rey León. Me acuerdo de la llorera que me entró cuando el padre del pequeño leoncito se desplomaba de un precipicio con una música abrumadora bajo la atenta y culpable mirada de su cachorro. Me acuerdo del miedo que me daba saber que los Reyes Magos entraban a mi casa... por muchos regalos que me trajeran. Me acuerdo de la multitud de barriguitas de un año, de la casita de Pin y Pom que tanto esperaba... y del año de los patines, cuando ya sabía que los Reyes no eran quien me habían dicho que eran... sino que mis padres eran los cómplices de los mismos.
Ese año todo cambió... ya no había que hacer una Navidad mágica... y desde entonces las Navidades las viví de otra manera. De un año a otro me hice mayor... y ya los regalos pasaron a no ser sorpresa. Decir que no me gusta la Navidad dicen ser el síntoma GRINCH ... pues si... tengo este síntoma ... dicen que cuando hay niños en casa todo cambia... que solo y para ellos haces que estas fechas sean mágicas ... Ahora ya ha pasado... un año más se acabó la Navidad. Con el nuevo año, suelen llegar los buenos propósitos... yo no tengo propósitos pero si he dejado cosas atrás... o por lo menos en eso estamos. Ahora que lo pienso... quizá esto es un propósito no? dejar cosas atrás... y pasar página. No lo sé, lo que si sé es que Una del Montón tiene un nuevo proyecto, proyecto porque se realizará en corto plazo... nos embarcamos en una nueva aventura cargadas de nuevas vivencias. Preparamos nuevo espectáculo... y desde aquí después del recogimiento Navideño empezamos a hablar de ello. Nos ponemos en marcha con Hivernacle. Empezamos los ensayos después de seis meses de gestación. Es momento de seguir caminando... es momento de transformar lo vivido en una nueva pieza. Es momento de volver a compartir ensayos. Es momento de creación. Es momento de encerrarse y de darle vueltas a las formas. Es momento de volver a vivir un nuevo proceso... es momento de seguir creciendo y es momento de bailar desde dentro...
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