Ya iba con ganas... Roberto me había hablado de este proceso, proceso que ha ido a la par durante una época con Una del Montón. Teatro con adolescentes... más de un día venía cansado después de un ensayo en Granollers, debido a la energía desbordante del grupo.
Un año entero de proceso de creación, con sus alegrías y sus penas. Y todo llega... y ya están en escena.
Y cuando a acabado, no podía decirle si me había o no gustado... la verdad, no lo podía hacer... no me salían las palabras.
Y ahora intento ordenarlo para poder escribir acerca de ello. Miradas limpias, textos que fluían, movimiento que llenaba, músicas apropiadas, cambios de ritmos acertados, cuerpos trabajados, energía justa, disfrute en escena, interpretaciones brillantes, 12 actores... mucho que aprender de ellos. Presencia escénica, humor, nostalgia, tristeza, ternura, fuerza, entrega...
En verbos llorar, reír, sonreír, emocionar, correr, bailar, actuar, vivir... escena viva. Muy viva, tan viva como están ellos.
Y recuerdos, un viaje que te lleva a un sitio, que te deja en la tuya; en tu adolescencia, en lo que tu creías, en lo que tu pensabas, en lo que tu te pensabas que sería, en lo que te asustaba, en lo que te emocionaba, en tu primer amor, en la aceptación de ti mismo, en la búsqueda de ti mismo... y te hace pensar en tu realidad... en como eres , en como estas, en lo que es ser adulto, ser mayor... en mi sobrina Marta que está en plena adolescencia y en su abrazo lloroso en una despedida un día de verano.
Y veo su trabajo y me entran ganas de hacerlo y corrobora que no estoy equivocada, que no está equivocado, que es por ahí... que su trabajo está como nunca, más vital que nunca, más acertado que nunca, con una luz como nunca, más fresco que nunca y digo nunca... porque le he seguido, tanto tanto que al final le he tenido a mi lado... y ahora sonrío y pienso en la suerte que he tenido y que tengo. Y pienso... MUY BUEN TRABAJO ROBER! Sensible si... a mi gusta ser sensible ... y es un trabajo sensible que te deja sin palabras, porque en realidad toca el alma... se acerca despacito, sin ruido, hasta que por fin touché.
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