El otro día me acordé de los veranos cuando era pequeña en el camping . Cada verano lo pasaba integramente en un camping en la sierra de Madrid, el camping se llamaba PISCIS ( curiosamente yo soy Piscis y la Corredor también). Los veranos cuando era pequeña eran largos, muy largos... tanto que al final ya me aburría y quería que comenzara el colegio.
Es curioso como ahora el tiempo pasa rápido, muy rápido tan rápido que apenas te das cuenta de lo rápido que pasa.
Me pasaba horas y horas en la piscina, tanto, que los dedos se me arrugaban como los garbanzos... mi verano transcurría con mi madre, en el agua , aprendiendo a tirarme de cabeza y subiendo a comer cuando por las ventanas abiertas de las casas oíamos la cabecera del "Coche fantástico" ( la serie que hacían en la sobremesa). Después de comer , tenía que esperar la hora de la digestión, he crecido pensando que si te bañabas en medio de la digestión, te podía pasar algo grave... ¡¡¡Dios!!! ¡¡¡que largas se me hacían esas dos horas!!!!. Nuevamente en la piscina, toda la tarde... la llegada de mi padre cuando el sol ya había caído... Mi padre apenas tenía vacaciones , era ebanista y en vacaciones todo el mundo hacía reformas...
Mi madre me llevaba a los toros, en Guadalix ponían una plaza portátil... Estaba morena, muy morena, tan morena que me llamaban "gitanita" .
Ahora me cuesta entrar en la piscina, siempre encuentro el agua helada, y solo entro para nadar de un lado a otro de la misma. La piscina ya no es igual a juego, es igual a estar en forma. La digestión no me preocupa, me desvelaron el secreto de que no se te cortara... solamente tienes que meterte en el agua nada más acabar de comer. Ahora la gente compra los muebles en el IKEA y apenas encarga "muebles finos" como diría mi padre. Ya nadie me lleva a los toros y el sol solo lo tomo de forma moderada y no me llaman "gitanita".
Pero... durante este mes de Julio estoy trabajando en un casal. Un casal de verano, pero un casal muy especial... donde todos los niños me vuelven a recordar que era ser niño... donde veo sus sonrisas y anhelo lo que era y ya no es... donde Iván se sorprende de cada cosa que le proponemos, Ferrán nos dice que querría "apuntarse a este colegio de verano durante todo el año", donde Toni nos cuenta sus fantasías, donde Sergi nos sorprende con sus acrobacias, donde Quim toca la batería, donde de Guillem trabaja con su diábolo y donde cada uno de ellos me carga de energía... Ya no soy igual... pero en realidad soy la misma.
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