Ánimos para un dedo pachucho

Y yo pienso... como puede parecer tan fácil al mirarla y como puedo sentirme como un elefante al intentar hacerlo. Nos viene bien ir a las clases.

Las del Montón nos encontramos, nos reciclamos, y muchas cosas acabadas en amos.

Es curioso pero es como si fuera una niña, me dejo llevar por las propuestas de Ceci, la observo atentamente, a veces es tan rápida que no me da tiempo a ver por donde pasa... y yo de forma autista y patosa, intento repetir lo que hace de forma lenta, muy muy lenta, tan lenta que me dificulta el movimiento... a veces me quedo literalmente atascada... pero muchas veces me lo paso muy bien. Disfruto, me río... y juego. Me siento libre, sin presiones, me tiro a la piscina... vuelvo a jugar. Miro a Ana. Es muy cañera, es bonita, es rápida... me gusta mucho.

Me convierto en la sombra de Ceci: me sorprendo poniendo caras, me alucina como se desplaza por el suelo, la fuerza que tiene, como va de un lado a otro como si fuera un fantasmita como si toda ella fuera una masa etérea, puro movimiento, pura energía, pura entrega. Muy bonita, pero nada cursi... muy potente.

Olé ahí Cecilia!!!!!! Muchas gracias!!!!