Su gran amigo era; Don Sr. Fantasía, con éste vivía día y noche, tenía grandes conversaciones, jugaban a soñar, intercambiaban gestos de complicidad, se entendían con un solo guiño y sobre todo y lo más importante para Leo, era que Sr. Fantasía le concedía su mayor deseo: tejer algo parecido al amor.
Creí entender, después de filtrarme a las muchas capas de su piel, que quería huir de su infancia por odio a su pasado, un pasado impregnado en él en el que solo Sr. Fantasía, era motor para seguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario