lunes, 21 de febrero de 2011

21 de Febrero


Como todo proceso en la vida, este proceso en el que me he embarcado, tiene momentos maravillosos y momentos que no lo son tanto... pero podemos decir, que por ahora no me he encontrado con la típica "crisis del proceso de creación"... que la pieza se va regando con el agua justa y sobre todo con mucho amor.
En realidad da un poco igual lo que estoy haciendo, como es o deja de ser la pieza, da igual lo que parece... creo que lo importante de este proceso y lo que estoy aprendiendo es lo que es y desde donde está hecho. Trabajo artesanal y de oficio ... meticuloso, pero no obsesivo... con libertad, pero pautado... y en muchos casos en soledad.
Hoy ha sido un día en el que de nuevo me han dado gasolina, cuando uno está seco, lo sabe... y yo empezaba a estarlo... pero ha llegado Rober. Escucha, ayuda, busca, propone ... me acompaña. Me gusta que me acompañe y necesito que me acompañe porque a veces el camino de tiza se mantiene intacto y por mucho que frotes no desaparece.

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