domingo, 31 de octubre de 2010

A mi corazón el domingo


En Madrid nunca he celebrado la castañada... la única imagen que tengo de castañas, es en Navidad, en la zona del centro, cuando me llevaba mi madre a ver las lucecitas que ponían para celebrar las fiestas y Cortilandia. El día que subíamos a Madrid era un día de fiesta que me encantaba. Pero nunca compraba castañas.
Hoy he revuelto cajas y me he encontrado con recuerdos que tenía en el recuerdo pero que no ubicaba: trajecitos de cuando era bebé, mi traje de la primera comunión, mueblecitos que hacía mi padre de madera, fotos de vidas pasadas pero que son parte de esta vida, la máquina de coser de mi madre una Singer con la bobina de hilo todavía puesta, su caja de costura , un jersey que me regaló mi tía Amanda, unos pijamas y unas sábanas que me regaló mi tía Pili , el reloj de mi abuelo... Entre todos estos tesoros, un piano de madera pequeñito que le regaló mi padre a mi madre. Un piano con una cajita de música al que le he dado cuerda... una música nostálgica que ha invadido durante unos instantes la habitación donde me encontraba. Una música que emocionaba... será que se asemeja al ruido que realizan los planetas al girar.
Curiosamente hoy es el día de todos los Santos y curiosamente hoy , por casualidad, me he encontrado con todos estos recuerdos. Todo esto, me hace pensar en que es lo que hacía yo con mi familia ese día... Mi madre y yo íbamos a la Almudena y llevábamos flores a nuestros muertos... y mi abuela ponía una vela por la noche en memoria de ellos. Recuerdo que el hecho de que mi abuela encendiera la vela, me resultaba incómodo... me daba miedo, pensaba que se aparecerían todos los antepasado a la madrugada... siempre vivía esta noche con miedo.
Todo esto me lleva a pensar en mi padre y mi madre... y en su vena artista. Siempre me han preguntado que de donde me viene esa necesidad de arte... yo nunca se que contestar. Pero hoy lo he visto claro.
Mi madre era modista y su arte perdura en el tiempo, el vestido de mi comunión me lo hizo ella y está perfectamente cosido, impoluto, como si hubiera sido ayer. Mi padre era ebanista y sus muebles de madera son pequeños tesoros que se mantienen intactos. Cada uno de ellos vive en en sus pequeñas obritas. De ahí me viene la vena artista!... la diferencia es que mi arte es efímero y en cambio el de ellos perdura en el tiempo.
Hoy celebraré mi primera castañada, tal y como la tradición catalana marca ... una merienda en la que habrá castañas, boniatos y panellets... pero esta noche encenderé una vela.

4 comentarios:

  1. jo ana! qué bonito.
    ...me has dejado el cuerpo como con una emoción....
    un beso muy fuerte guapa.

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  2. Pienso que tu arte no es efímero. Pienso que tu sonrisa, que tu mirada y tu cariño perdura en el tiempo y en la distancia. Un beso Ana.

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  3. Tu mami artesana de la ropa, tu padre artesano de la madera...y tú, una artesana de la vida... de ahí sale el arte; del trabajo diario, constante y duro...un buen artesano le echa muchas horas a su oficio.
    Me gusta la foto, uno de mis objetos preferidos.
    TQ

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  4. Uno de tus objetos preferidos... lo sé... y quizá el hilo conductor de nuestros solos... ya te cuento... yo también te quiero.

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